LA CANASTA

Somos una red de confianza entre personas que producen y personas que  consumen alimentos.

Esta red hace posible un cambio en la manera de producir, comercializar y consumir alimentos, apostándole a una Canasta de productos agroecológicos^(*) frescos, saludables y locales, a precios justos y competitivos. 

(*) Alimentos agroecológicos son alimentos producidos con agua limpia, sin pesticidas, sin transgénicos, en un proceso integral y flexible, respetuoso con los ritmos de la tierra y su gente. Éste es nuestro requisito mínimo.

Hoy, no nos declaramos “orgánicos” porque preferimos invertir en la tierra y la gente, basándonos en una red de confianza, en lugar de certificaciones comerciales que implican inversiones costosas, con procesos de muy largo plazo que no todos nuestros productores tienen la capacidad de cumplir en este momento.

Así construimos cultura agroecológica.

Para hacer ésto posible hemos conformado la Fundación Agroecológica La Canasta, organización sin ánimo de lucro que nace de un proceso que lleva más de tres años promoviendo la organización de núcleos de consumo consciente y responsable en Bogotá. Su objetivo es acercar el campo y la ciudad para crear una relación más justa, balanceada y respetuosa en el ciclo alimentario, tanto entre personas como con la naturaleza.

La Canasta en la práctica 

Desde la ciudad, participar en el proceso implica apostar a nuestra red agroalimentaria recibiendo La Canasta.

Desde el campo, participar en el proceso implica comprometerse a trabajar colectivamente en la producción de alimentos  agroecológicos. 

 La suma de estos compromisos construye nuestra red de confianza que se materializa en La Canasta, una composición variada y balanceada de frutas, verduras, tubérculos y huevos que llega a nuestras casas. Se trata de una exquisita selección de productos agroecológicos, frescos y locales que se distribuye semanalmente a un precio fijo. Los productos que componen La Canasta varían de acuerdo a los ritmos de la tierra, aportando un balance a la alimentación semanal. Trae sabores, salud, sonrisas y sentido a las comidas.

Para tener una idea de las cantidades que trae La Canasta, es un mercado que pesa de 8 a 10 kilos y se compone de frutas, verduras y tubérculos de acuerdo a la disponibilidad de estos por cosecha y 12 huevos. Está pensada para 2 a 4 personas y será la base o el complemento del mercado semanal, dependiendo del apetito de los comensales ;).

Adicionalmente, se puede elegir entre una variedad de productos especiales para complementarla.

El precio de La Canasta incluye el costo de los alimentos, fijados con las personas que los producen para garantizar que sean precios justos;  los costos administrativos y de logística;  las tareas de apoyo a la producción: capacitaciones, talleres, mejoras de infraestructura, fortalecimiento organizativo, entre otras; y  fortalecimiento del consumo responsable: información sobre el origen de todos los productos y sus productores, recetas, trazabilidad y formación de redes.

 

Para más detalles y para hacer el pedido, vea la sección PARTICIPACIÓN.

Apostarle a La Canasta

La Canasta nos permite ser parte de un proceso de cambio en el que nos beneficiamos todas las personas involucradas y el planeta.  Nos da la posibilidad de revolucionar el mundo desde nuestra actividad más cotidiana e importante: la comida.

 La apuesta implica un compromiso de las personas de la red. 

En la ciudad, simplemente se trata de recibir La Canasta durante el tiempo que cada cual elija, para que de esta manera se puedan planificar las siembras en el campo. Éste es un punto muy importante en el ejercicio porque da previsibilidad al trabajo en el campo, facilita las prácticas agroecológicas y garantiza que no se pierdan alimentos por falta de comercialización. 

En el campo, los campesinos y campesinas que pertenecen a La Canasta cuentan con apoyo en la producción y la comercialización de sus productos y se comprometen a trabajar respetando prácticas agroecológicas para ofrecer alimentos ricos, saludables y respetuosos de la tierra y sus ritmos.  Aportan sus esfuerzos para recuperar semillas, cultivos y técnicas nativas, criollas y ancestrales. 

La red permite que quienes producen y quienes consumen se conozcan y se encuentren.

 

                                                                                                     

¡En La Canasta la tierra tiene la razón!